BYD, el fabricante de vehículos eléctricos con sede en Shenzhen que se ha convertido en un emblema del ascenso de China como potencia en tecnologías limpias, anunció el lunes que durante el último trimestre de 2023 vendió un récord de 526 mil vehículos. Se estima que en diciembre, las ventas de BYD aumentaron 70%. Por otro lado, Tesla entregó 484 mil autos en el cuarto trimestre, según informó la compañía este martes. Aunque la cifra fue superior a los 473 mil previstos por los analistas encuestados por LSEG, de todos modos la empresa estadounidense dirigida por Elon Musk fue superada por primera vez como el líder mundial por su rival chino.

 

Tanto Tesla como BYD contaban cada uno con el 17% del mercado mundial de automóviles eléctricos al cierre del tercer trimestre. Pese a que ahora BYD está participando más en los mercados internacionales, la empresa es más fuerte en su territorio, donde ha construido una participación de mercado de 35% en todo el segmento de vehículos de nueva energía (NEV).

 

Wang Chuanfu, exprofesor universitario, fundó BYD a mediados de la década de los 90. Wang inicialmente se centró en fabricar baterías recargables, incluyendo aquellas destinadas a la elaboración de los primeros teléfonos celulares, pero optó por expandirse a la industria automovilística a comienzos de los 2000. La compañía cuenta con Berkshire Hathaway, de Warren Buffett, como uno de sus accionistas.

 

Después de depender inicialmente de la tecnología existente, BYD ahora es considerada líder en la industria, con un enfoque dirigido a reducir costos en los procesos de producción. También cuenta con un alto nivel de integración vertical, incluida la propiedad de una de las mayores empresas del mundo para la fabricación de baterías para vehículos eléctricos.

 

De acuerdo a las cifras entregadas este lunes, en 2023 las ventas de BYD aumentaron en un 62% con más de 3 millones de vehículos.

 

Los grandes perdedores

Mientras toda la atención está dirigida a compañías como Tesla y BYD, los analistas también apuntan a que uno de los mayores perdedores de la rápida transición a los vehículos eléctricos son las automotrices tradicionales, que han tardado en adaptarse la industria de la electromovilidad. Daniel Roeska, analista de automóviles de Bernstein, asegura que los consumidores han percibido el «abismo» entre los líderes de la industria -Tesla y BYD- y los fabricantes tradicionales, como Volkswagen, Mercedes o Renault. «Muchas automotrices tradicionales se apresuraron a lanzarse a los vehículos eléctricos sin apreciar la gran diferencia tecnológica y de diseño entre los autos de combustión y los eléctricos», agrego Roeska.